Diario de Embarazo

Dos rayas rojas

Miércoles, hoy sólo espero que vengan a arreglarme la caldera que lleva desde el domingo estropeada. Lo cierto es que ayer vino el técnico pero a mi no me sonó ningún timbre en mi puerta. En fin, que llevamos 3 días ya pasando frío y lo que es peor, sin agua caliente para ducharnos…

Bueno, como ya dije ayer, me he decidido a escribir un poco de mis vivencias de embarazo puesto que ya estoy en la recta final. Debería haber empezado antes porque los cambios físicos y psíquicos de una embarazada son bestiales, pero por falta de tiempo y ganas, lo he ido posponiendo hasta el día de hoy.

De cómo supe que era madre….

Mi aventura con bombo empezó un 29 de agosto de 2011, justo el día después de volver de vacaciones de Almería. Ya el viaje se me hizo muy pesado, me levanté con vomitos y con mucho sueño.
Aquel día 29, nos levantamos por la mañana y decidimos hacer la maravillosa prueba del test de orina (ya me había hecho varias anteriormente, todas con resultado negativo, claro!).

Estaba muy nerviosa porque aunque lo había intentado otras veces, todos los resultados habían sido siempre negativos, pero algo me decía que aquella prueba sería totalmente positiva.
Llevábamos desde Abril intentando embarazarnos sin éxito y mi obsesión por apuntar los días fértiles y no fértiles, las reglas y demás se habían convertido en una pesadilla. Pero voilà! Cuando dejé de apuntarlo todo en la agenda… por arte de mágia… PAM!

Aquellas dos rayas empezaron a aparecer por aquella ventanilla del predictor, bajo la atenta espera de dos enamorados que querían ser padres! LAS DOS RAYAS! Ahí estaban, juntitas! No una no, DOS!
Automáticamente nos miramos y a mi ya se me estaban saltando las lágrimas.
Corrí hacia el salón «Maremeva!» «Maremeva!» «Que hem fet?!!!»

Incrédula aún y con una sensación súper extraña en mi cuerpo, una mezcla de alegría y de respeto por lo que había visto, me mantuvieron en silencio unos instantes. Él me miraba «Però què?» «Què no estàs contenta?!»

«Sí, i tant que estic contenta!» «Serem pares si tot surt bé! Mare meva, X. què hem fet!? Això va en serio! Encara necessito una altra mostra per confirmar-ho!»

Así que por la tarde fuimos a la farmacia de nuevo. Le pedimos otro predictor barato «para confirmar».

Aquel farmaceutico cuando escuchó aquello se rió… «Confirmar el qué? Un positivo? Un positivo siempre es positivo… muy raro es que se equivoque!» …

Volvimos a casa, y otra vez, dos rayas.

Era de verdad de la buena… el atontamiento por aquella nueva situación nos hizo mirarnos con otros ojos… aunque suene ñoño…

el milagro de la vida…
se había producido!!!

Madre de dos fieras. Risueña y soñadora. Gracias a mis hijos estoy aquí y gracias a vosotras sigo escribiendo. Así que hasta aquí puedo leer que las bios no son lo mío. ¿Te ha gustado el post? ¡tú comenta lo que quieras que yo prometo contestar! Si te apetece comparte ¡así me ayudas a llegar a más gente! Que tengas un feliz día ;)

2 Comments

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *