Autocuidado para madres ¡busca tu momento!
Llevamos más de un mes viviendo un Gran Hermano sin nominaciones.
El Coronavirus ha sacado lo mejor y lo peor de nosotras para demostrarnos una vez más la importancia del autocuidado. Y te lo digo yo que sé de lo que estoy hablando, porque para poder cuidar a los nuestros debemos cuidarnos nosotras.
Para tener la cabeza en su sitio es importante olvidarnos del resto y ser egoístas en el buen sentido. Si tú no te cuidas y buscas tus momentos y tu espacio, no podrás cuidar a los tuyos como merecen.
Autocuidado para madres ¡no te olvides de ti durante la crianza!
Sé lo difícil que es encontrar un momento para nosotras. Durante mucho tiempo he estado en modo crianza 24/7, concretamente 6 años bien intensos con sus más y con sus menos. Y lo digo así porque confieso que me olvidé de mí. Me olvidé tanto que a día de hoy sigo casi perdida y me cuesta encontrar momentos de desconexión. Mucho se habla de los cuidados en las mujeres embarazadas y poco de lo que cuesta cuidarnos cuando estamos en plena crianza.
Autocuidado para madres en la primera etapa de crianza
En el momento que tienes hijos, puedes caer fácilmente en una maternidad helicóptero. Nadie lo hará mejor que tú y tu criatura es tu responsabilidad. En mi primera maternidad, no me di tregua. Fue algo personal ¿eh? todas las tareas quería hacerlas yo y no encontré tiempo para desarrollar ninguna actividad para evadirme. Excepto leer y escribir, esas eran las dos cosas con las que disfrutaba pero no iba a clases de yoga, ni buscaba momentos para quedar con mi gente, ni me preocupaba por el paso del tiempo. Desaparecí con mi crianza.
Lo primero, aprende a delegar y aparca el sentimiento de culpa
Con el tiempo y la segunda crianza me di cuenta de que la balanza estaba desequilibrada. Mi pareja tampoco tiene muchos hobbies pero la diferencia es que él tenía un trabajo. El hecho de trabajar y «socializar» era un plus. En mi caso solamente me reducía a un pequeño entorno de influencia: mi casa, mi familia, el súper, el parque y mi blog.
No era una imposición pero sí me exigí mucho durante los primeros años sin saber muy bien por qué. Si dejaba a mi bebé sentía que me faltaba algo, aparecía la culpa de la madre disfrutona y no acaba de ubicarme en mi nueva realidad.
Cultiva tu mente, reclama tu espacio y baja tu nivel de exigencia
Salir a correr, ir a yoga, aprender algo nuevo en un centro cívico, quedar con las amigas para tomar café, ir de tiendas, pasear por el parque, buscar tu tribu de crianza, pintar con acuarela, tomar tiempo para meditar o incluso tomar un baño caliente sin compañía.
Los momentos de soledad los empecé a apreciar tarde, cuando en ocasiones andaba rozando el burnout de las madres.
Con organización todo es posible, busca tu momento de autocuidado desde ya.
Todas sabemos que las horas no sobran y que nos pasamos el día escuchando mil veces «mama», pero nuestros bebés también deben aprender a pasar tiempo con otras personas. Siempre podemos pedir a nuestra pareja o a algún familiar que cuide de nuestros bebés. También podemos buscar canguros de referencia para momentos puntuales si te lo puedes permitir.
Lo primero que te recomiedo es que uses Google Calendar y sincronices tus actividades con las de tu pareja. Parece una obviedad pero más allá de los menús semanales, la compra, las tareas domésticas, también entra nuestra vida sin hijos. Compartir vuestros planes os hará libres, además evitaréis malos entendidos. Se trata de que cada uno encuentre su momento de desconexión y autocuidado.
Estoy agotada ¿por dónde empiezo a cuidarme?
Después de sincronizar agendas con tu pareja, te recomiendo que encuentre qué tareas te molarían hacer.
Tienes un montón de propuestas por redes sociales, puedes seguir aquellas actividades que te resuenen, que se ajusten a tu economía y que te apasionen. En mi caso encontré varios cursos de Domestika para aprender cosas nuevas, me apunté a yoga una vez por semana y encontré aquellos momentos de lectura con mi Kindle antes de ir a dormir (por cierto, ahora tenéis dos meses gratis de lectura).
Empieza por esas cosas que te motivan, que te hacen sentir bien y que necesitas. Solo tienes que pensar en esas actividades que hacen que se pare el tiempo y te conectan contigo misma.
Otras de las cosas que empecé a hacer fue instaurar un día para la manicura. Puede ser algo banal pero puedes quedar con amigas y echar unas risas.
Invertir en autocuidado no es tirar el dinero
Esta creencia rómpela y hablo de dinero porque a mí me ha perseguido esa culpabilidad por invertir en mí. Hacerte un masaje, una manicura o apuntarte a un casal a hacer un curso de pilates puede ser un extra, pero si sientes que mejora tu bienestar, es una inversión.
También hay autocuidado gratuito, claro que sí. Puedes tomarte una taza de té mirando el cielo o realizar una meditación guiada con un vídeo de youtube pero hay veces que hay actividades que requieren inversión. Dile curso online o dile clases de yoga.
Invierte en tu bienestar y busca actividades que también te obliguen a socializar. Conocer gente en esta etapa también te vendrá genial, podrás encontrar madres como tú en un grupo de crianza o en otros lugares. En las ciudades los centros cívicos son una buena opción.
Cuídate tú para cuidar a tus fieras
Todas sabemos la alta demanda que requieren nuestros hijos, más durante la primera infancia. Los tres primeros años son intensos y los siguientes tampoco se quedan cortos. La crianza es una carrera de fondo y necesitamos encontrar el equilibrio con nuestros hijos, nuestra pareja, nuestras amistades, nuestro trabajo o nuestro yo.
Debemos lidiar con el día a día y encontrar esas actividades para nosotras que nos permitan desconectar y que nos activen de forma positiva. Si no lo haces a tiempo, lo que conseguirás puede ser muy negativo.
No dedicarnos tiempo a nosotras puede volvemos irritables, poco a poco veremos que no tenemos paciencia y nos comportamos como si estuviésemos enfadadas con el mundo.
Lo que no queremos es acabar gritando, estar histéricas y proyectar todos esos nervios en nuestros pequeños. Tendrás que lidiar con mil negociaciones diarias con tus fieras y con tu pareja (suma el trabajo y tus relaciones sociales), así que piensa en ti.
Regálate tiempo para ti y cuídate mucho. Nuestros hijos necesitan vernos tranquilas y felices , así que alimenta tu autoestima y mímate.
Puedes pedir tregua a tu pareja, amiga o algún familiar. No te cortes, pide tu tiempo. Durante esos minutos que elijas, el tiempo es tuyo.
Autocuidado para madres desde casa:
Puedes:
- Realizar un plato o receta que te encante.
- Tomar una infusión o té relajante escuchando música.
- Mirar tu serie favorita.
- Pintar una acuarela.
- Realizar un curso online de algo que te interese.
- Dedicar tiempo a tus plantas si las tienes.
- Leer un libro que te llame la atención.
- Tumbarte en el sofá o en la cama durante unos minutos y respirar profundamente.
- Darte un baño o una ducha relajante.
- Dedicar unos minutos a mantener una rutina facial ya sea al levantarte o al acostarte. Busca tu ritual para cuidarte.
- Meditar tranquilamente con aceites esenciales.
- Realizar una clase de yoga online.
Lo mejor es que puedas salir de casa para que sientas que el momento es más tuyo y no tendrás ninguna interrupción. Planifica con tu pareja las horas para encontrar ni que sea dos horas a la semana para disfrutar juntos o por separado.
Puedes…
- Quedar con tus amigas para ir a hacer un café o para hacer un brunch.
- Cuidar tu aspecto físico. Confieso que me costó pero un masaje a tiempo y una limpieza facial también me ayudaban a sentirme mucho mejor. O hazte una manicura… yo hago 2×1, manicura & friends de vez en cuando.
- Realizar clases de yoga, ukelele o lo que te inquiete.
- Pasear por la playa o al parque de tu barrio.
¿Y qué pasa con nuestro compañero de batallas?
Lo escribí en otro post, la primera vez que decidimos pasar el fin de semana sin hijos fue rarísimo. Ahí me di cuenta de la importancia de marcar fechas en el calendario para celebrar y escapar de la rutina. Con nuestros hijos es casi imposible mantener una conversación (excepto cuando las fieras duermen).
Es súper importante aprovechar el tiempo que nos dejan cuando lo ponemos a dormir. Encontrar unos minutos para hablar, encontrarnos y que surja la chispa del amour. Admito que hasta que las fieras no fueron más mayores no las dejé en a dormir a casa de los abuelos. De hecho sigo sin canguro de confianza, así que nos escapamos menos de lo que me gustaría. Cuando digo escapar digo ir al cine o escaparnos a cenar con amigos a solas. ¡Escaparnos un fin de semana completo es casi imposible jeje!
Todas echamos de menos no tener que estar vigilando a las fieras con un ojo en el cráneo o mantener conversaciones con adultos sin interrupciones.
En fin, estoy trabajando en encontrar una fórmula mágica para poder compartir con vosotras cosas que me inquietan. Quiero hablaros del Break MOM que viví con Paula Pellicer y las mujeres de Go Development, dadme tiempo que os cuento todo muy pronto.
Espero que este post os haya ayudado y si os apetece ¡os espero en los comentarios!
¡Un abrazo!

