Pallapupas

El día que me abrazó la enfermera Oxígena de Pallapupas

Yo quería pegarle una patada al 2015 y empezar el 2016 como se merece. Quería celebrar mi cumple sin preocupaciones y no con la cabeza como un tambor.

ElFiera despertó un día con los ganglios del cuello como si fuera Hulk. Nada de fiebre pero algo decaído. Como madre aprensiva que soy me dio por pensar lo peor y nos fuimos al Hospital. Todo el día en Urgencias, análisis de sangre que salieron alterados y pruebas de virus varios. Diagnóstico: posible Mononucleosis.

Si el martes pasado era mi cumple, el miércoles debía ir a buscar los análisis de los virus posibles y repetir análisis a la fiera otra vez. Llegamos al hospital de día y allí nos encontramos una sala de espera llena de juguetes. Allí los niños jugaban sin preocupaciones, se escuchaban llantos detrás de las cortinas de los boxes y las madres tenían unas caras desencajadas. Algunas de ellas tenían la mirada perdida, otras estaban muy serias y yo tenía unas ganas tremendas de llorar.

¿Sabes de esas veces que quieres llorar y no puedes hacerlo en compañía de tus hijos? ¿Sabes ese miedo que te entra porque no controlas la situación y sólo te vienen pensamientos negativos?

enfermera-oxigena

En esas en las que aparece la enfermera Oxígena de Pallapupas haciendo de elefante y yo en estado catatónico. La reconocí por su vestido rojo estampado y su estilazo. No me preguntéis por qué pero se me fue la cabeza y al ver aquella mujer actuando y haciendo el elefante para hacer sonreír a aquellos niños que esperaban el pinchazo de los análisis de sangre se me puso un nudo enorme en la garganta.

Empecé a pensar en la gran labor que desempeñan y en la fuerza que desprenden en los malos momentos. Me di cuenta de que hay que tener un par para hacer el payaso delante de niños con una situación difícil y el gran apoyo que dan a las madres de esos hijos que deben permanecer en hospitales y sufrir controles constantes por la enfermedad que nunca es bienvenida.

Me desmoroné en el box al ver al fiera con la goma y listo para ser pinchado. El niño estaba impasible y yo lo abrazaba de forma que no pudiese ver cómo se me caían las lágrimas. Ya ves tú, aquí una floja en potencia. La enfermera Oxígena para hacernos reír se subió en una silla de esas maquiavélicas y empezó a apretar botones del mando para subir y bajar y estirarse. ElFiera se quedó inmóvil mientras lo pinchaban y así que acabó me espetó la enfermera.

«Si es que venís peor las madres que los hijos.»

Cuando acabo todo, Oxigena me dijo…

«Dame un abrazo!»

Yo me abracé sin querer porque me di pena a mi misma, recogí mis cosas y me fui a casa con las gafas de sol pensando en ese día a día en los hospitales. Pensé en Pallapupas y en todo ese equipo de profesional que lo da todo, las sonrisas sin duda son contagiosas y llenan de vida.

También pensé en el personal sanitario que aguantan con esa máscara neutra y en esas madres con hijos enfermos que desearían dejar de pisar esos lugares.

Ojalá nadie tuviese que vivir estas cosas.

Desde aquí le doy las gracias a Oxígena por ese abrazo y a seguir ayudando a los que queriendo y sin quererlo, tanto te necesitan.

… ya no quiero más
tener mala suerte
abrázame fuerte
y hazme volar
hazme reír
hazme llorar
reír y llorar.

Kiko Veneno

 

Sí queréis saber más cosas sobre Pallapupas:

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Madre de dos fieras. Risueña y soñadora. Gracias a mis hijos estoy aquí y gracias a vosotras sigo escribiendo. Así que hasta aquí puedo leer que las bios no son lo mío. ¿Te ha gustado el post? ¡tú comenta lo que quieras que yo prometo contestar! Si te apetece comparte ¡así me ayudas a llegar a más gente! Que tengas un feliz día ;)

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